domingo, 20 de diciembre de 2009

Las Líneas de Chávez

La batalla de Copenhague


I
Todas las miradas del mundo se concentraron en Copenhague: la XV Conferencia sobre el Cambio Climático Copenhague fue el escenario de una batalla histórica en el marco de la XV Conferencia del Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Mejor dicho: en la bella y nevada capital de Dinamarca, comenzó una batalla que no concluyó el viernes 18 de diciembre de 2009. Quiero reiterarlo: Copenhague fue apenas el comienzo de la batalla decisiva por la salvación del planeta. Batalla en el terreno de las ideas y en el de la praxis.
El brasileño Leonardo Boff, gran teólogo de la liberación y una de las voces más autorizadas en materia ecológica, en un artículo medular, titulado Lo que está en juego en Copenhague, dejó escritas estas palabras plenas de lucidez y valentía: ¿Qué podríamos esperar de Copenhague? Apenas esta sencilla confesión: así como estamos no podemos continuar. Y un propósito simple: Vamos a cambiar de rumbo.A eso fuimos, precisamente, a Copenhague: a batallar por un cambio de rumbo en nombre de Venezuela y en nombre de la Alianza Bolivariana. Y más aún: en defensa de la causa de la humanidad y, para decirlo con el Presidente Evo Morales, en defensa de los derechos de la Pachamama, de la Madre Tierra.

Sabiamente lo dijo el mismo Evo, quien junto a este servidor, le tocó asumir la vocería de la Alianza Bolivariana: Aquí está en debate, si vamos a vivir o vamos a morir.

Todas las miradas del mundo se concentraron en Copenhague: la XV Conferencia sobre el Cambio Climático nos permitió calibrar de qué fibra estamos hechos, dónde habita la esperanza y qué podemos hacer para fundar lo que el Libertador Simón Bolívar definiera como el equilibrio del universo; un equilibrio que nunca podrá alcanzarse dentro del sistema-mundo capitalista.

II
Antes de nuestra llegada a Copenhague, el bloque africano, respaldado por el Grupo de los 77, se había encargado de denunciar que los países ricos estaban desentendiéndose del Protocolo de Kyoto, esto es, del único instrumento internacional que existe para luchar contra el calentamiento global: el único que impone sanciones a los Estados industrializados y protege a los países en desarrollo.

Necesario es reconocer que la batalla ya se había iniciado en las calles de Copenhague, con la juventud en la vanguardia protestando y proponiendo: pude ver y sentir, desde mi arribo a la capital danesa el 16 de diciembre, la fuerza histórica de otro mundo que, para la juventud, ya no sólo es posible sino que es absolutamente necesario.IIIEn Copenhague, desde un principio, las cartas quedaron sobre la mesa a la vista de todos. De un lado, las cartas de la mezquindad y la insensatez brutal del capitalismo que no da su brazo a torcer en defensa de su lógica: la lógica del capital, que sólo deja muerte y destrucción a su paso cada vez más acelerado.

Del otro lado, las cartas del reclamo de los Pueblos por la dignidad humana, la salvación del planeta y por un cambio radical, no del clima, sino del sistema-mundo que nos ha colocado al borde de una catástrofe ecológica y social sin precedentes.

De un lado, los triunfadores de una civilización mercantil y utilitaria, esto es, los "civilizados" que desde hace mucho tiempo se olvidaron del ser, para apostar ciegamente a un tener, cada vez más insaciable.
Del otro lado, los "bárbaros" que seguimos empeñados en creer, y en luchar por ello, que, cambiando radicalmente de lógica, se puede maximizar el bienestar humano, minimizando los impactos ambientales y ecológicos; que sostenemos la imposibilidad de defender los derechos humanos, como lo planteara el compañero Evo Morales, si no se defienden antes los derechos de la Madre Tierra; que actuamos con el firme propósito de dejarles planeta y porvenir a nuestras descendencias.No me cansaré de repetirlo a los cuatro vientos: la única alternativa posible y viable es el socialismo. Lo dije en cada una de mis intervenciones ante todos los representantes del mundo congregados en Copenhague, la cita mundial más importante en los últimos doscientos años: no hay otro camino, si queremos detener esta carrera desalmada y envilecida que sólo nos promete la aniquilación total.

¿Por qué le temen tanto los civilizados a un proyecto que aspira la construcción de la felicidad compartida? Le temen, hablemos claro, porque la felicidad compartida no genera ganancia. De allí la lucidez meridiana de aquella gran consigna de la protesta callejera de Copenhague que hoy habla por millones: "Si el clima fuera un banco, ya lo habrían salvado".

Los "civilizados" no toman las medidas que deben tomar, porque eso, sencillamente, los obligaría a cambiar radicalmente su voraz modelo de vida, signado por el confort egoísta y eso no habita en sus fríos corazones, que sólo palpitan al ritmo del dinero.

Por eso, el imperio llegó a última hora, el 18 de diciembre, a ofrecer migajas a manera de chantaje y así lavar la culpabilidad marcada en su rostro. Frente a esta estrategia del bolsillo lleno, se escuchó por Dinamarca la voz clara y valiente de la pensadora hindú Vandana Shiva diciendo una gran verdad: "Creo que es hora de que Estados Unidos deje de verse a sí mismo como donante y comience a reconocerse como contaminador: un contaminador debe pagar una compensación por los daños y debe pagar su deuda ecológica. No se trata de caridad. Se trata de justicia".

Debo decirlo: en Copenhague se acabó definitivamente la ilusión Obama. Quedó confirmado en su condición de jefe del imperio y "Premio Nobel de la Guerra". El enigma de los dos Obama ha quedado resuelto.
El viernes 18 llegaba a su fin sin un acuerdo democráticamente consensuado: Obama montaba tinglado aparte, en una nueva violación de los procedimientos de la ONU, por lo que nos vimos obligados a impugnar cualquiera resolución que no pase por el respeto a la vigencia del Protocolo de Kyoto. Respetar y potenciar Kyoto es nuestra divisa.No fue posible un acuerdo en Copenhague por la falta de voluntad política de los países ricos: los poderosos del mundo, los hiperdesarrollados, que no quieren ceder en sus patrones de producción y consumo tan insensatos como suicidas. "El mundo a la mierda, si se atreven a amenazar mis privilegios y mi estilo de vida", es lo que parecen reiterar con su conducta: ésta es la dura verdad que no quieren oír de quienes sí actuamos bajo el imperativo histórico y categórico de cambiar de rumbo. Copenhague no es un fin, lo reitero, sino un comienzo: se han abierto las puertas para un debate universal sobre cómo salvar al planeta, a la vida en el planeta. La batalla continúa.IVNos tocó conmemorar el 179 aniversario de la desaparición física de nuestro Libertador en un acto del más hondo contenido revolucionario: me refiero al Encuentro de la Alianza Bolivariana con los movimientos sociales de Dinamarca el 17 diciembre. Allí pude sentir, una vez más, que Bolívar ya no sólo es bandera venezolana y nuestroamericana, sino que es cada vez más, líder universal.

Es su herencia viva y combatiente, encarnada hoy en la Alianza Bolivariana, que se está haciendo mundo: la herencia que nos llevó a Copenhague a dar la batalla por la Patria Grande, que es, al mismo tiempo, darla por la causa de la humanidad.
En realidad y en verdad: ¡Bolívar vive! En Copenhague confirmé que está más vivo que nunca.

Y ahora sí Vencerá.
¡Ahora sí Venceremos!

domingo, 6 de diciembre de 2009

Las Lineas de Chávez

6 D: 11 años después
Dom, 06/12/2009

I
L
a publicación de esta nueva entrega de Las líneas de Chávez -la número 50: no es poca cosa-coincide con el décimo primer aniversario de la gran victoria popular del 6 de diciembre de 1998. En esta luminosa y trascendente fecha, la voluntad soberana de las mayorías liquidó definitivamente al modelo político puntofijista que desgobernó y saqueó a Venezuela durante cuarenta largos años, abriendo de par en par los grandes portones de un nuevo tiempo histórico: el tiempo de la Revolución hecha Gobierno.
La Revolución que se inició con la rebelión popular del 27 de febrero de 1989, y prosiguió con las rebeliones militares del 4 de febrero y 27 de noviembre de 1992, desencadenó un largo y complejo proceso de organización y acumulación de fuerzas que hizo posible la espléndida y hermosa síntesis del 6 de diciembre de 1998.
Aquel memorable 6 de diciembre el pueblo tomó la decisión irrevocable de convertirse en protagonista de su propia historia y conductor de su propio destino. No se trataba de una jornada electoral más ni de cambiar a un presidente por otro: el pueblo quería ser y se hizo el alfarero de una nueva República y el constructor de una Venezuela real y verdaderamente libre, real y verdaderamente soberana, real y verdaderamente independiente.
Compatriotas: A la luz de este gran día de aniversario quiero volver a expresar, con el más fiel y acendrado sentimiento de amor, la infinita admiración y la no menos infinita gratitud que siento hacia ustedes, el gran pueblo del Padre Simón Bolívar.

A ustedes me debo: a ustedes le pertenece mi vida.

II
¡Bancos para el Pueblo!
Necesario es insistir en la profunda diferencia existente entre la lógica del Estado revolucionario que estamos creando, que hace del pueblo su razón de ser, y la lógica del Estado burgués.
Dentro de la lógica del Estado burgués el capital se paga y se da el vuelto: lo único que importa es el fortalecimiento permanente del propio capital para sostener una estructura económica que no sólo vela por los privilegios abusivos de unos pocos, sino que está diseñada para la reproducción de un modelo de sociedad signado por la desigualdad y la exclusión de las mayorías.
Hagamos memoria: cuando la crisis financiera sacudió a Estados Unidos, vimos cómo el poder del Estado salió presto a auxiliar a los banqueros corruptos dejando en el olvido a los ahorristas.
En nuestro caso, la intervención estatal de --hasta ahora-siete bancos se orienta, sin ambigüedades, hacia la protección de los y las ahorristas, garantizándoles lo que les pertenece por derecho. En este caso concreto, se trata de la cantidad de 713.200 depositantes que confiaron en esos siete bancos. Pero, además, tomamos la decisión de pasar al sistema financiero público a dos de estos bancos con la soberana intención de fortalecer y ampliar el apoyo a los sectores socialmente más necesitados.
¡Vaya diferencia! Allá los banqueros son protegidos para que continúen con sus marramucias; aquí los delincuentes de cuello blanco van a parar a la cárcel.
Indigna que las voces apátridas y desestabilizadoras que se dan cita en los medios privados pretendan crear zozobra a partir de falsedades: son las mismas voces que no dijeron nada en relación con la crisis financiera del país del Norte al que tanto veneran. ¡No se saldrán con la suya: no podrán con nosotros! Tengamos presente que "uno de los graves problemas que hoy deben enfrentarse son las derivaciones que ha generado un sistema y, en este caso, un sistema financiero propio del capitalismo, que ha provocado a lo largo de la historia innumerables crisis", tal como lo señaló, con toda precisión, nuestro ministro del Poder Popular para la Economía y Finanzas, Alí Rodríguez Araque, el pasado 30 de noviembre.
Estamos sentando un precedente histórico. Si echamos la mirada hacia atrás, nos encontramos con una sucesión de gobiernos que sólo privilegiaban a los dueños de la banca, premiándoles sus fechorías, tal y como sucedió con el último Gobierno de la 4ta República, al que nunca le importó la suerte de los miles y miles de compatriotas que se convirtieron en víctimas de la crisis bancaria de 1994. Todo lo contrario: procedió a auxiliar financieramente a los causantes de aquella terrible crisis, quienes no conformes con robar flagrantemente a sus ahorristas, procedieron a volarse con la plata del Estado, esto es, con el dinero de todos los venezolanos. Ni uno solo de los llamados banqueros prófugos pagó por sus delitos.
Razón tenía José Martí: "Importa que el dinero sea abundante, importa más que lo den manos honradas". No permitiremos, pues, que la deshonra nos contamine y deshumanice: hay que hacer imperar la justicia si queremos seguir avanzando en el proyecto bolivariano. Dejar que los banqueros delincuentes se salgan con la suya equivaldría a defraudar la confianza del pueblo y, más aún, a herir gravemente al alma nacional.
Estamos obligados a llamar al pan, pan, y al vino, vino, fuera de todo eufemismo cómplice y justificador de lo injustificable: ésta debe ser la base de nuestro discurso ante una arremetida mediática que, todos los días, lanza a los cuatro vientos que Chávez "quiebra bancos para hacerse de ellos". No basta decir que "hemos liquidado dos bancos": necesario es explicar, detalladamente, el porqué de su liquidación, cuáles son las causas que llevaron a tal decisión, con las pruebas en la mano, para que tales banqueros queden ante la opinión pública como lo que real y verdaderamente son: vulgares ladrones, rateros encorbatados, carteristas y cleptómanos empedernidos que, al menor descuido, te vacían los bolsillos y todo lo que tengas en tu casa.
Cierto que hemos derrotado, en gran medida, la campaña terrorista de los medios privados, pero necesario es pulverizarla completamente, a sabiendas de que un sector no desdeñable de nuestra población continúa bajo su desquiciante influencia.

III
¡Evo Bolivia!
En el día de hoy nuestra hermana Bolivia, la hija predilecta del Libertador, va a consolidar el proyecto transformador que lidera nuestro camarada Evo Morales.
Resuenan ya los cantos de victoria que bajan del nevado Sajana, de las serenas aguas del Titicaca, del Altiplano, de las salinas de Uyuní.
Se preguntaba nuestro Libertador: "¿Qué quiere decir Bolivia?". Y se respondía con absoluta convicción: "Un amor desenfrenado de libertad". Un amor que volverá a imponerse en este día.
Bolivia avanza hacia su definitiva descolonización: hoy se reconoce, con renovado orgullo, en la fuerza y la densidad de la milenaria memoria aborigen.
Los olvidados y excluidos de siempre han dejado de ser las víctimas seculares del racismo y la segregación: hoy ejercen el poder y son legítimos dueños de su destino y su dignidad.
Todo ello ha sido posible porque en la Presidencia está uno de los suyos que, cada día, cumple fielmente con el sagrado mandato de gobernar obedeciendo. Un mandato que, desde siempre, lleva en la conciencia y en el corazón.
Son las tradiciones originarias las que están en el poder con Evo: es el modo comunitario de producción y de vida el que está en el poder con Evo. Evo es un jefe indio que no va a traicionar ni a traicionarse porque es fiel a un legado ancestral que está más vivo que nunca.
Hoy los bolivianos y bolivianas se lanzarán a las calles, campos y serranías a respaldar a un hombre que se las está jugado junto a ellos y ellas: a Evo Pueblo, Evo Bolivia.
¡¡ Patria socialista o muerte !! ¡¡Venceremos para siempre!!

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Las Líneas de Chávez

¡¡Campeones Bolivarianos!!
Dom, 29/11/2009

Creo que hasta los pronósticos más atrevidos se quedaron cortos ante el rotundo éxito que nuestros atletas, el maravilloso colectivo que conforman entre todas y todos, han obtenido en los XVI Juegos Bolivarianos. Venezuela se alzó con su décimo tercer título bolivariano, superando su propio récord en medallas de oro que era de 189 (en Ecuador 2001): 205 preseas doradas, 166 de plata, 96 de bronce, para un total de 467. Y ello no es más que un preludio de lo que nuestras muchachas y muchachos pueden hacer, rumbo al gran compromiso de Londres 2012.
"Ciertamente, el oro y la plata son objetos preciosos; pero la existencia de la República y la vida de los ciudadanos son más preciosos aún", decía nuestro Bolívar en 1820. Y si he querido recordar esta hermosa frase es para que reflexionemos sobre el significado y sentido del hecho innegable de que, por primera vez, no sólo podemos afirmar la existencia de una real y verdadera República, sino que por primera vez tenemos Patria donde la vida de cada uno de sus ciudadanos y ciudadanas constituye el más precioso de nuestros fines. La cosecha de oro, plata y bronce obtenida en Bolivia es luminoso testimonio de la dignificación personal y colectiva que nuestro pueblo todo viene alcanzando.

¡¡Felicitaciones, campeones bolivarianos!!

II
Quiero destacar, con gran satisfacción y orgullo, la visita que este miércoles nos dispensó el presidente de la República Islámica de Irán, Mahmud Ahmadinejad: ese gladiador de las luchas antiimperialistas, así lo he llamado, ejemplo de firmeza, de constancia, de batalla, por la libertad de su pueblo.
La Revolución Iraní y la Revolución Bolivariana son hijas de una misma Historia, la de las luchas de nuestros pueblos por su liberación.
En compañía de Ahmadinejad no sólo hemos firmado un grupo de nuevos convenios, sino que mostramos además los grandes avances en la ejecución de los numerosos proyectos que ambos países hemos puesto en marcha.
Vamos unidos con Irán en una dinámica internacional que cada día crece más y más, orientada por aquello que nuestro Libertador Bolívar denominaba el equilibrio del universo. Bien lo dijo Ahmadinejad: "Hoy ya no sirven el armamento o las municiones, nadie puede imponer su opinión mediante armas a los pueblos, esa es una lógica ya derrotada".
Es a través de la liberación de los pueblos como podremos alcanzar la grandeza de la Humanidad como un todo. Y es a través de la unión de nuestros pueblos como lograremos la ansiada liberación.

III
Hoy domingo 29 de noviembre, se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Solidaridad con el Pueblo Palestino.
Recordemos el verbo fundador de Mahmud Darwish, que sigue haciéndose carne, día a día, en los palestinos y palestinas heroicos por medio de su resistencia: "Nuestra patria resplandece a lo lejos / E ilumina su entorno... / Pero nosotros en ella / Nos ahogamos sin cesar".
La Patria palestina, desde siempre ha latido, a pesar de la lejanía geográfica, en el corazón de todos los venezolanos y venezolanas: ha resplandecido en nuestro espíritu y sentimiento libertario, antiimperialista y anticolonial, fundado en nuestra profunda herencia bolivariana.
Por todo ello recibimos la visita, esta semana, del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, para renovar y reafirmar nuestra solidaridad inquebrantable con la causa del pueblo palestino.
Exigimos y seguiremos exigiendo al Estado de Israel que no siga perturbando, obstaculizando y desestabilizando la existencia libre, soberana independiente de Palestina.
A quienes hace días, el 9 de noviembre, "celebraban" --entre comillas, porque ya ni saben qué es lo que celebran-- los 20 años de la caída del muro de Berlín, hay que recordarles la existencia de un muro que simboliza toda la ignominia de este mundo, un muro que debería caer definitivamente en la actualidad: el muro construido por Israel a lo largo de Cisjordania. El muro del apartheid contra el pueblo palestino.

IV
Al escribir estas líneas no tenemos noticia cierta de lo que sucederá en la farsa electoral que se realizará en Honduras.
No puede tener otro nombre que farsa, lo que a todas luces es la segunda etapa de un golpe de Estado. Este es el flamante modelo hondureño: la nueva técnica del imperio, el "golpe legal".
El rostro del imperialismo se reveló, una vez más, con la traición al presidente Zelaya y al enteramente criticable Acuerdo de San JoséTegucigalpa.
Estados Unidos e Israel, lamentablemente junto a un pequeño grupo de gobiernos de la región, se aprestarán a reconocer al "gobierno" que surja de la farsa.
El Imperio está en decadencia pero, por eso mismo, es más agresivo.
Cuando el presidente Obama señala que estas "elecciones" son un "comenzar desde cero", debemos entender no sólo el gesto de hipocresía: es la confirmación del modo en que Estados Unidos busca conservar su poderío en la región.
Tenemos que salirle al paso a esta vuelta de tuerca en la nueva estrategia imperial. La voluntad popular de los pueblos de Nuestra América ha podido revertir situaciones de este calibre. Lo demostró la unidad del pueblo y la Fuerza Armada en la gloriosa jornada del 13 de abril de 2002 en Venezuela. Lo está demostrando el pueblo hondureño en cinco meses de resistencia y el presidente Zelaya con su valiente y dignísimo proceder. Venezuela no reconocerá a otro presidente hasta tanto no se haga justicia.
¡¡¡El pueblo hondureño vencerá!!!

V
Proceso real y verdaderamente democrático es el que este domingo protagoniza el hermano pueblo del Uruguay: 2,5 millones de uruguayos y uruguayas irán a las urnas electorales para decidir el destino del país durante los próximos cinco años.
Nada pueden esperar los uruguayos sino de ellos mismos --para decirlo con el infinito oriental José Gervasio Artigas-- y tengo la más segura de las certidumbres de que, con el ejercicio de la soberanía popular, reafirmarán su camino. Hoy más que nunca, parafraseando a Benedetti, el Uruguay existe y, aún más, sabe que existe.

¡Salud al gran pueblo uruguayo!

VI
Ayer sábado continuaron las jornadas del Congreso Extraordinario del Psuv. Una comisión de delegados asistió al homenaje que le hicimos a nuestros Campeones Bolivarianos. Y luego, instalados en plenaria, los 772 delegados de las patrullas socialistas, iniciaron junto al gobierno el abordaje de un conjunto de temas de alto interés para nuestro pueblo. El primero de ellos fue el de la seguridad ciudadana y la lucha contra la delincuencia.
Con la presencia de un conjunto de expertos y de los más de mil compatriotas que están en fase de rigurosa capacitación para conformar las primeras unidades de la Policía Nacional Bolivariana, dimos un intenso y constructivo debate.
De allí salieron varias líneas de acción para la gran estrategia y las tácticas correspondientes que nos permitirán derrotar este flagelo.
¡El Gobierno, El Psuv, la Policía Nacional, la Fuerza Armada Bolivariana y el pueblo haremos un solo frente contra el delito! ¡Y venceremos! Y el congreso del Psuv se va convirtiendo en un gran escenario de debate, de análisis y de soluciones revolucionarias.
¡Rumbo al Socialismo!!

domingo, 22 de noviembre de 2009

Las Líneas de Chávez.

La Batalla Patria
Dom, 22/11/2009

I
E
l miércoles pasado, 18 de noviembre, se cumplió el quinto aniversario del criminal atentado terrorista que le quitó la vida a Danilo Anderson, el Fiscal Valiente.Nada ni nadie puede ni podrá arrancar del sentimiento popular su luminoso ejemplo. ¡Honor y gloria a Danilo Anderson: adalid de la justicia! Y por Danilo y por todos los mártires de este tiempo de Revolución, no puedo sino unir mi voz a la de todo el pueblo: ¡Castigo a los culpables! ¡Basta de impunidad!
II
De la mayor importancia fue el Encuentro Internacional de Partidos de Izquierda que se ha celebrado esta semana. Durante dos días, 20 y 21 de noviembre, 53 organizaciones revolucionarias de cinco continentes se dieron cita en Caracas. Felicito al PSUV porque cumplió a cabalidad su rol como organizador.Las vías hacia el socialismo han vuelto a abrirse: la izquierda está obligada a repensarse en profundidad. El debate de ideas es decisivo para no repetir los errores que distorsionaron y debilitaron la causa socialista en el siglo XX, para que en el siglo XXI el socialismo se convierta, como avizoraba Mariátegui, no en calco o copia, sino en creación heroica y soberana de cada pueblo y, por supuesto, en unidad popular universal para darle vida a un nuevo internacionalismo.Quiero llamar la atención de mis compatriotas sobre la unanimidad que reinó en este Encuentro con respecto a la instalación de las bases militares yanquis en Colombia. Hay un estado de conciencia común sobre la gravísima amenaza que representan para Venezuela, en primer término, y por extensión para la región suramericana y para toda Nuestra América.Este Encuentro fue una nueva ratificación de que la Venezuela bolivariana no está sola, hoy está más acompañada que nunca.
III
En las elecciones del pasado domingo 15 de noviembre escogimos, entre nuestra militancia, a los delegados y delegadas al Congreso Extraordinario del PSUV: fue una muestra más del espíritu transformador y de la fortaleza revolucionaria que nos anima.Cumplimos nuevamente con el rigor que la historia nos exige. Obedeciendo al designio popular al que nos debemos, llamamos a consulta para consolidar la organización política de nuevo tipo que necesita la Revolución Bolivariana, y con la orientación firme de hacer grande y digna a la Patria. ¡Vaya manera de fortalecernos! Tengo plena certeza de que a través de este ejercicio soberano y participativo, elegimos a hombres y mujeres de espíritu bolivariano y revolucionariamente acendrado, y con el compromiso de servir con pasión y desinterés al pueblo. Al pueblo que se ha puesto en marcha hacia su destino anhelado: el socialismo.No podemos dar reposo a nuestros brazos ni descanso a nuestras almas hasta que, como quería nuestro Libertador, la igualdad establecida y practicada y la mayor suma de felicidad posible sean realidad viva y tangible para todos y todas.Cada día debemos ser más y más bolivarianos y bolivarianas.Cada día debemos sacar el Bolívar que llevamos por dentro.Lo dicho hasta aquí me permite, ahora, enfatizar la trascendencia del Congreso que se inició ayer sábado 21 de noviembre, y se extenderá hasta el mes de marzo de 2010, como un espacio crucial de reflexiones, debates y definiciones. De allí deben surgir no sólo las orientaciones ideológicas, las concepciones revolucionarias y las críticas inexorables que el partido debe hacerse sin complejos, sino además de allí debe emerger un sentido claro que podamos convertir en praxis transformadora, para allanar el camino que nos conduzca a cumplir en profundidad el proyecto bolivariano y socialista que nos hemos trazado y que estamos ganados a convertir en encarnación histórica.Se trata de definir colectivamente, con lucidez y audacia, la táctica y la estrategia de la transición hacia el socialismo, rumbo a la Independencia definitiva de Venezuela.Queremos ser, en realidad y en verdad, un partido de nuevo tipo: estamos en pleno proceso de construcción. Por eso mismo, éste no va a ser un Congreso encerrado sobre sí mismo durante cada fin de semana. Si algo debe caracterizarlo es su profunda carga dialéctica: una dialéctica fecunda y viva generada por la interacción permanente entre los delegados y delegadas con la base militante y con el pueblo todo. No está demás recordarlo: ser delegado o delegada no es un privilegio sino una responsabilidad; ser delegado o delegada no significa ser representante, sino vocero o vocera, conexión vibrante y potenciadora con las patrullas, con las comunidades, con el pueblo.Compatriotas que me leen: No perdamos de vista lo siguiente: todo cuanto hagamos desde ya tiene como horizonte, por ahora, el 2019. Más allá de las luchas y de las conquistas parciales que no debemos menospreciar nunca, el rigor con el que nos estamos calibrando tiene un fin de mayor alcance y una exigencia de más elevado vuelo en el tiempo.Si grande es lo que deseamos, pues, grande e indeclinable tendrá que ser nuestro empeño militante, porque en el Congreso no sólo nos jugamos nuestro particular destino como partido, sino sobre todo nos jugamos el destino pleno de la Patria.Tengamos presente, además, que la irreversibilidad del cambio de época en la América del Sur, en toda Nuestra América, está íntimamente ligada a la Revolución Bolivariana: ¡Por Venezuela y por la Patria Grande debemos vencer! Recordemos, en esta hora de confirmación revolucionaria, al gran José Martí: el secreto del éxito es dedicarse entero a un fin.Aquí no podemos andar con medias tintas ni quebrantos morales; entereza y fidelidad suprema reclama la suerte de Venezuela: sagrado fin de nuestros desvelos.Desde ya, como lo manifesté el pasado miércoles en el Teatro Municipal, exhorto a todas y a todos a consolidarnos y crecer en espíritu de unidad: consolidarnos en el fervor socialista nos resulta indispensable, así como fundamental es crecer en las ambiciones más puras que nos deben mover como revolucionarios.
IV
En ejercicio incuestionable de su soberanía, Venezuela ha demolido dos pasos ilegales en la frontera con Colombia. No son ningunos puentes internacionales como ha pretendido hacerle creer al mundo el Gobierno de Uribe Vélez: eran dos pasos ilegales, lo reitero, para garantizar la penetración del narcotráfico y el contrabando en nuestro territorio.La denuncia del Gobierno colombiano no tiene ningún fundamento y se cae por su propio peso: es una provocación más de Uribe, quien no contento con despojar a Colombia de su soberanía, pretende que Venezuela no la ejerza.Y lo más repugnante de todo esto, es la canalla mediática que aquí se levanta cual quinta columna, poniéndose como siempre al lado de los enemigos de la patria. O para decirlo mucho más exactamente: arrastrándose al servicio de los intereses imperialistas.
V
Venezuela pasó ya del centenar de preseas doradas en los XVI Juegos Bolivarianos allá en nuestra hermana Bolivia: nos hemos despegado en el primer lugar del medallero. Tenemos una amplia ventaja que, a estas alturas, ya parece inalcanzable. La Generación de Oro, esa valiente y combativa muchachada, ha vuelto a demostrar que nació para darle glorias a Venezuela.Con el mismo orgullo patrio, quiero resaltar la extraordinaria hazaña de nuestras muchachas en el I Campeonato Panamericano de Béisbol Femenino, que se celebró en nuestra Valencia: clasificamos el día de ayer al Campeonato Mundial de Béisbol Femenino 2010 -su sede está aún por definir-, tras vencer a Cuba 14 carreras a 13 en un reñidísimo partido semifinal, que se fue a extraining. Y unas horas después, para plenarnos de felicidad colectiva, nuestras aguerridas y esforzadas heroínas se titularon en el partido final: otro juego repleto de emociones que culminó 8 a 7 frente a Puerto Rico. ¡Felicitaciones campeonas! ¡Así es como se batalla por la patria, muchachas y muchachos! ¡Venceremos!

domingo, 8 de noviembre de 2009

Las lineas de Chávez

¡Maisanta, que son bastantes!
Dom, 08/11/2009
Hoy es domingo 8 de noviembre y se cumplen ochenta y cinco años de la muerte en prisión del general Pedro Pérez Delgado, a quien los pueblos de la inmensa sabana llamaron "El último hombre a caballo". Por allí se me van los recuerdos en estas líneas de hoy. Pero los recuerdos se entrelazan con la historia real, la historia viva, la que palpita en el corazón de la tierra Patria.
Hoy, casi medio siglo después, recuerdo haberlo oído clarito, mientras jugábamos en el patio trasero que daba con la selva por donde cruzaba un camino bordeado de grandes matas de mango y por el cual se podía llegar, allá a lo lejos, a la carretera negra.
Era aquella la casa grande de la bisabuela Marta, allá en las riberas del Caño e´ Raya, donde comienzan las antiguas selvas de Mijagual que se entregan luego en brazos del impetuoso Río Apure. Sí. Lo oímos clarito. Éramos un grupo de niños de entre 6 y 10 años, Adrián, Guillermo, Chiche, Adán, Nacho... Y yo que era de los más pequeños, con el cabello amarillo y hecho todo un amasijo de chicharrones, por lo que todos me decían "bachaco". En verdad era un bachaquito más, en medio de aquellos campos llaneros donde se mezclaron todas las razas; la india, la blanca, la negra, todas.
Lo oímos clarito y salió de la cocina donde hacían la comida, tomaban café y conversaban hombres y mujeres de la familia, entre ellos mi padre y mi madre. Fue como un rayo. "Ese era un asesino" dijo alguien. Hablaban de Pedro, el abuelo de Elena, mi madre. Pedro Pérez o Maisanta. Pedro Pérez Delgado, pues.
Me traje por muchos años aquella especie de condena, "ese era un asesino", y nunca supe por qué, pero siempre la sentía como un peso grande sobre mis hombros, como una espina clavada en mi corazón de niño.
Me aliviaba mucho oírle a mi padrino Eligio Piña sus cuentos de cosas viejas. Así los llamaba él, desde su inolvidable silleta en la esquina de la calle "El Llanero". Mi padrino contaba de un guerrero que vivió en Sabaneta, allí mismo a pocas cuadras de la "Madre Vieja". Que montaba un caballo negro llamado "Bala" y que sobre su lomo se fue, por los rumbos del Apure, con un fusil al hombro, alzado contra Gómez, el General que mandaba en Caracas. Le decían Maisanta o el Americano. Un día me dijo, mientras yo me iba apurado a seguir vendiendo arañas hacia la Calle Real: "Epa bachaquito, tú llevas la sangre de Maisanta por dentro. Tu mamá es hija de Rafael Infante, uno de los hijos del Guerrero del Caballo Negro. ¡Ese era un revolucionario!".
Salí como disparado por la Calle Real y cuando le pregunté a la mamá Rosa si sería un asesino o sería un guerrero revolucionario, la abuela me dijo que se oían muchas cosas, muchos cuentos y que al final no se sabía la verdad.
Pues bien, han pasado casi cincuenta años y la vida me permitió conseguir la verdad:
¡Ese era un guerrero revolucionario!
Y hoy podemos decir con Fidel: ¡Maisanta, la historia te absolverá!
¡¡Maisanta, que son bastantes!!
¡Maisanta, que venceremos!
Las lineas de Chávez

El Satélite, la Soya y Nuestra Independencia
Lun, 02/11/2009

Decimos hoy, una vez más, con nuestro Comandante Infinito: "A la luz de la verdad y del tiempo nada se esconde, el mérito brilla y la maldad se descubre". Hace un año ya, que el nombre de Simón Bolívar orbita sobre nuestro espacio, vigilante y tributario de los grandes e innumerables beneficios que nuestros pueblos ya disfrutan en aras de la independencia tecnológica y fortaleciendo la unidad nuestraamericana.
Qué mentiras no ha lanzado la canalla mediática antes y para el momento del lanzamiento del Venesat-1 aquel 29 de octubre de 2008. Cuánta porquería no sigue saliendo hoy de esos albañales mal llamados medios de comunicación: "El satélite nunca llegó a despegar de territorio chino porque lo que se vio por televisión fueron imágenes virtuales", "Está apagado", "Cayó a tierra".
Estas y otras especies fueron y siguen siendo lanzadas con el ánimo criminal de generar aquello que Hobbs y Phillips en ese excelente trabajo titulado Censored 2010, denominan "hiperrealismo mediático", esto es, incapacidad para distinguir lo real de lo que no lo es.
Lo único cierto, verdadero, "en serio y en real", como decía el maestro García Bacca, es que a un año del lanzamiento y gracias a la ayuda del pueblo de Mao, estamos comenzando a caminar con nuestros propios pies: se han instalado mil 549 antenas, de las cuales mil 220 están en el sector educativo para materializar programas de formación a distancia. Además, 193 infocentros cuentan con la conexión satelital, con servicios de calidad y totalmente gratis para nuestro pueblo.
Hay que decirlo, debemos repetirlo: ¡¡Esto sólo es posible en Socialismo!! Gracias al Satélite Simón Bolívar hemos logrado traspasar las fronteras como consecuencia de la ejecución de un proyecto con la República Federativa del Brasil para conectar las zonas limítrofes e incluir, muy en especial, a las comunidades indígenas, por siglos aisladas.
Y gracias al Satélite Simón Bolívar nos hemos informado, en tiempo real, de la decisión tomada por la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado brasileño de dar su visto bueno al protocolo de adhesión de Venezuela al Mercosur, tres años después de la aprobación por parte de los Presidentes de cada uno de los países que conforman este gran bloque regional.
Es una gran victoria para la unidad nuestraamericana, la que hemos celebrado con Lula este viernes visitando el Centro de Formación Agrario Socialista "Abreu e Lima", en la Mesa de Guanipa, estado Anzoátegui: vamos a producir 70 mil toneladas de soya, una vez completadas las tres fases del proyecto en 2011, lo que permitirá la transformación del producto en carne, aceites, leche, así como alimentos para el consumo animal. Pero no sólo eso: Venezuela va a ser, en un mediano plazo, un país exportador de soya.
Hay que decirlo: ¡Esto es sólo posible en una Venezuela que echó abajo las cadenas de la dependencia capital- imperialista! Es a esto a lo que le tienen miedo en el Norte, lo que aterra a los capitalistas: el hecho innegable de que nos estamos convirtiendo en un paradigma que bien puede extenderse a los mismísimos Estados Unidos. Razón tienen entonces Hobbs y Phillips cuando lanzan una pregunta que bien pudieran estar haciéndose ya muchos estadounidenses: "Si un país como Venezuela puede ofrecer al pueblo programas y servicios de cierta calidad, ¿por qué no puede hacerlo Estados Unidos, dada su mayor capacidad de recursos, y repetir el éxito aquí""
II. "Las lecciones de la Historia, los ejemplos del Viejo y el Nuevo Mundo, la experiencia de veinte años de revolución han de serviros, como otros tantos fanales colocados en medio de las tinieblas de lo futuro", nos dice Bolívar en su Mensaje al Congreso Constituyente de la República de Colombia (la Grande) el 20 de enero, a once meses del diciembre de su muerte, en 1830.
Mensaje más que pertinente hoy por hoy, ante el irreflexivo y cuestionable comportamiento del Gobierno colombiano tras la detención de dos agentes del DAS acusados de estar en labores de espionaje en Maracaibo.
Igual que ciego e irreflexivo ha sido el papel del mismo sector de siempre, de los medios de comunicación privados: siguen fortaleciendo la misma espuria matriz y pretenden hacer ver a Venezuela como la responsable del conflicto histórico colombiano. Sencillamente, la ceguera política no les da para ver qué es lo mejor para la Patria y para la América del Sur. Han quedado, una vez más, en evidencia.
Más aún si nos atenemos a las investigaciones que adelanta el Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia.
En este pequeño espacio impreso debemos dejar claras dos cosas: primero, que el pueblo y el Gobierno venezolano han sido de abierta y declarada vocación pacifista --la misma vocación de la inmensa mayoría del pueblo colombiano--, y segundo, que la matriz que buscan erigir en contra de Venezuela no resiste un análisis serio.
Peligrosa pamplina la de un muy específico y poderoso sector mediático y político: peligrosa pamplina la de los más recientes discursos del DAS. Peligrosa y patética la matriz que sostiene la plataforma mediática y que refleja una pauta común: allanar el camino para la criminalización de Venezuela al estilo yanqui. Con variaciones, es la misma criminalización que contra Irak, contra Irán, contra Afganistán, contra Corea del Norte, contra Cuba, contra Bolivia, contra Ecuador: un eje del mal hecho a la medida de los Estados Unidos.
El avieso espíritu de las ficciones legales de Santander es el mismo de las actuales tesis mediáticas, si es que fuera posible llamar tesis a un puñado de acusaciones irresponsables que revientan, como caja de resonancia, en los medios privados, con el fin de que éstos confeccionen la noticia de acuerdo a su mínima clientela: el minúsculo grupo de potentados pitiyanquis.
Muy a pesar de quienes pretenden dividir a Colombia y Venezuela, nuestra geografía espiritual y la historia común de nuestros pueblos están allí como una fuerza viva. Fueron Colombia y Venezuela las grandes protagonistas de la Independencia fundacional; lo serán, también, de la Independencia definitiva: he allí el único destino manifiesto que admiten Colombia y Venezuela. Y Ecuador, ¡Colombia la Grande! Lo sé yo, lo sabes tú, compatriota: detrás de un grupo de gente con mucho poder que le tiene secuestrada la vida a Colombia, existe un pueblo, el mismo nuestro, que sí conoce las consecuencias de un conflicto demencial y fratricida. Ambos pueblos hacen suya, hoy más que nunca, esta premisa de nuestro Padre Libertador: "Yo sé que cada República americana tiene pendiente su suerte del bien de las demás y que el que sirve a una sirve a muchas".
Y aquel, su postrer aliento: "Mis últimos votos son por la felicidad de la patria..."
¡Viva Bolívar! ¡¡Venceremos!!
Las lineas de Chávez
Granada: el doloroso espejo
Dom, 25/10/2009

I
25 de octubre de 1983: el crimen fue en Granada, en nuestra Granada.
Por coincidir la publicación de esta nueva entrega de Las Líneas de Chávez con este aniversario doloroso para Nuestra América y el Caribe, es necesario hacer memoria.
Aquel infausto 25 de octubre miles de soldados gringos invadían una pequeña isla del Caribe que contaba con un ejército de apenas 500 hombres para defenderse.
Aquella pequeña isla se había atrevido a tomar el camino de la grandeza, la dignidad y la soberanía, dándole vida a un hermoso proceso de liberación nacional. Contaba con un líder tan carismático como querido por el pueblo: se llamaba Maurice Bishop.
Granada estaba en la mira del imperio desde el mismo inicio de aquella revolución en marzo de 1979.
Lamentablemente, la unidad entre los revolucionarios granadinos al interior del Partido de la Nueva Joya, su instrumento político, se había fracturado irreversiblemente para octubre de 1983. Todo ello tuvo como trágico colofón el arresto de Bishop y su asesinato el 19 de octubre.
Nadie se benefició más de este crimen que el imperio: le permitió contar con el pretexto que le faltaba para la invasión. Ya Washington había esgrimido, a través de sus altoparlantes mediáticos, la presencia solidaria de Cuba como un factor que convertía a Granada en eje de la desestabilización de todo el Caribe.
Los gringos prepararon el terreno durante meses, lanzando una campaña comunicacional en relación con el aeropuerto internacional -hoy se llama, con toda justicia, Maurice Bishop- que Cuba ayudaba a construir a Granada: se volvió a esgrimir el viejo argumento usado contra Cuba, esto es, Granada iba a convertirse en una base soviética.
Es pertinente recordar unas palabras del comandante Fidel Castro para extraer la lección que en ellas se encierra: ¿Eran acaso los que conspiraron contra él (Maurice Bishop) en el seno del Partido, del Ejército y de la Seguridad de Granada un grupo de extremistas intoxicados de teoricismo político? ¿Se trataba simplemente de un grupo de ambiciosos, oportunistas, o incluso agentes enemigos que quisieron hundir la Revolución granadina? Solo la historia podrá decir la última palabra. Pero no sería la primera vez que en un proceso revolucionario haya ocurrido una cosa o la otra.
Mirándonos en el doloroso espejo granadino podemos sacar una conclusión práctica: unidad, unidad, unidad en la diversidad debe ser nuestra divisa revolucionaria. Valoremos la importancia decisiva que tiene lo que Bolívar llamaba "el bien inestimable de la unión". Y aquello que cantamos desde niños: "Compatriotas fieles, la fuerza es la unión".
Queremos rendirle homenaje a Maurice Bishop: al líder y al mártir de la Revolución Granadina. Igualmente a los patriotas granadinos y a los internacionalistas cubanos que murieron peleando heroicamente contra los invasores.
II
Si miramos hacia atrás y advertimos los insondables daños que heredamos y aún persisten, concluimos que aquí en Venezuela no hubo un Estado: aquí lo que hubo fue un tarantín con una insondable caja chica a la disposición del saqueo, que se vino abajo por el aluvión de pueblo, cargado de conciencia, que amaneció el 28 de febrero de 1989. Calibrar las consecuencias de fondo de este despertar nos trajo aquí donde estamos: el país era un enfermo crónico y no podíamos dejarlo morir.
Frente a aquellos años oscuros, estos diez años de revolución han servido para que la esperanza deje de ser lo que era en el pasado: un alevoso engaño creador de falsas expectativas. Hoy la esperanza se encarna como posibilidad cierta para todas y todos.
Esto es así no porque lo digamos nosotros: ya el mundo lo comprueba y lo difunde, pero aquí algunos cultivan el vicio de mirar para otra parte creyendo que así la rotunda realidad deja de ser.
Para decirlo con los existencialistas: la realidad no sólo es, sino que está siendo. Y nosotros, junto al pueblo, la estamos haciendo con el corazón latiendo del lado izquierdo, es decir, convencidos de que nos debemos a las necesidades de las inmensas mayorías que nunca tuvieron cabida en los planes de quienes atendían el tarantín del pasado.
Hoy vemos con satisfacción patria el alto Índice de Desarrollo Humano que ha registrado el país durante los últimos años y que se situó en 2007, de acuerdo con el último informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en 0,844, en una escala donde el número 1 es el nivel óptimo. Igualmente, regocija leer el documento de la FAO donde confirma que nuestro país ha superado la meta establecida por la propia Organización, superando las 2.700 calorías diarias para la población, lo que significa un crecimiento de 39% con respecto a 1998.
De la misma manera, hemos pasado de 268 mil bolívares fuertes que se destinaban al financiamiento agrario hace nueve años, a 20 millardos este año, incrementándose así en 1.300 por ciento, afianzando el sentido socialista en nuestros campos. Por último, cómo no compartir la alegría por el más reciente estudio publicado por Latinobarómetro, encuestadora que evalúa de manera integral a los países de la región, el cual otorgó a Venezuela el primer lugar en equidad social, con 36 por ciento.
Disculpen tantas cifras compatriotas que me leen, pero ya saben ustedes que mis instintos pitagóricos me llevan a creer, como lo he reiterado tantas veces, que Dios habla a través de las matemáticas. El pueblo debe conocer y manejar estos números, porque ellos no son números muertos: son números cargados, preñados, por la vitalidad y el sentido de justicia que nos anima y que hoy traducen la voluntad de nuestro horizonte socialista. El horizonte que el Libertador Simón Bolívar definiera como la suprema felicidad social.
Uno se pregunta: ¿cómo podían conquistarse estos logros con un gasto social promedio de 14 por ciento durante los veinte años que precedieron a la llegada de nuestra Revolución al poder? Jamás. Por eso, con el afán de no descansar en la lucha, hemos reservado 45,73 por ciento del presupuesto del año próximo para la inversión social -dándole máxima prioridad a la alimentación, la salud y la educación-, buscando acrecentar el Índice de Desarrollo Humano y alcanzar una aún más justa e igualitaria distribución de la riqueza del país.
Qué bueno sería que quienes no terminan de creer en nuestro proyecto, los que, por desgracia, llevan aún el destartalado tarantín puntofijista entre ceja y ceja y a los que tanto les gusta hacer turismo por el mundo denunciando esta "dictadura", visitaran a estos organismos e instituciones internacionales, cuya seriedad es incuestionable y así corroboraran lo que decimos en estas líneas.
III
Hago un llamado a mis compatriotas, llamado que quiero suene como un redoble de conciencia: ahorremos energía eléctrica al máximo. Pongámosle coto, entre todas y todos, al despilfarro: al enajenante consumismo capitalista.
No se trata de eludir nuestra responsabilidad como Gobierno: las dificultades y las fallas existen en el sector eléctrico y, con sentido autocrítico, las hemos reconocido.
Estamos desplegados en batalla para subsanarlas.
En razón de todo ello, he anunciado la creación de un ministerio que va a ocuparse de esta área. Igualmente, quiero resaltar que he dado instrucciones para la incorporación directa de los trabajadores y las trabajadoras a la gestión eléctrica nacional: ellos y ellas van a ser los principales artífices del reimpulso que necesitamos.
¡Reimpulso definitivo hacia el Socialismo!¡Venceremos!